Tener una buena base de valores y principios es una característica primordial en cada persona, y es que, permite que todos podamos vivir armónicamente en comunidad y así poder evolucionar como sociedad. Es por esto que, es de gran importancia que desde niños se nos enseñe ciertos comportamientos y actitudes que sean perdurables en el tiempo. Aquí es donde entran los valores, ya que el respeto, la tolerancia, la ética, la solidaridad, entre otros representan la vía que conduce a una sociedad más humana.
Estos valores podrían ser considerados como pilares fundamentales, por lo que es mejor que la enseñanza de estos empiece desde el núcleo familiar. Educar a los niños con estos principios hará que ellos crezcan siendo buenas personas y les da la oportunidad de relacionarse de una manera correcta con los demás. Incluso las personas que hacen uso de estos fundamentos tienen un mayor grado de seguridad y confianza en sí mismos, a la hora de interactuar con los demás pudiendo saber que esperar a cambio.